¿La profesión en crisis?

El periodismo se encuentra cuestionado por la sociedad, al punto que ha llegado a caer en el descrédito. No se trata sólo de hacer buen periodismo sino también de llevar adelante una empresa. ¿Cómo articulan los medios de comunicación el rigor profesional y la visión empresarial?
La Universidad Argentina de la Empresa organizó una jornada basada en el rigor periodístico. Para ello contó con invitados como Raquel San Martín, tercera editora de la sección de cultura, especializada en educación del diario La Nación e Ignacio Masa, productor ejecutivo de América Noticias 2da edición.
El periodismo gráfico hoy es víctima de la publicidad que condiciona notablemente los espacios en blanco para los periodistas. La publicidad avanza progresivamente sobre el espacio de los diarios por una necesidad comercial y de subsistencia. Sin embargo, los intereses comerciales son ajenos al periodismo, aunque las restricciones existen los periodistas van acomodándose, éstas son las mismas que pudieran existir en cualquier empresa.
El periodismo televisivo se encuentra atravesado por el show, cada vez es más fuerte la necesidad de encontrar temas atractivos desde el punto de vista del contenido y la imagen. Además de la cuestión del rating del minuto a minuto que es lo primero que requieren los canales de aire, sin tomar en cuenta la importancia y la necesidad de información inherente al noticiero.
A pesar de los muchos condicionamientos es posible buscar un lugar donde hacer periodismo con rigor. Lo importante es plantearse qué queremos hacer y hacia dónde vamos.

Ella, otra vez la protagonista

No distingue edad ni clase ni sexo. Ataca sin piedad y sin importar su víctima. La inseguridad, una vez más, lamentablemente, es noticia. En esta oportunidad sucedió el viernes 18 de Abril, en la localidad de Rafael Calzada del Conurbano Bonaerense. Andrea Ciambrignoni, una mujer de 42 años de edad, fue asesinada a quema ropa luego de que intentaran robarle su automóvil.

Andrea era una mujer de clase media, que vivía en Rafael Calzada en la intersección de las calles Py Margal y Cervantes, junto a su marido Claudio y su hija adolescente, Indiana. El hecho tuvo lugar la mañana del viernes 18 de Abril cuando Andrea se disponía, alrededor de las 9 de la mañana, a salir de su casa.
La interceptaron tres individuos de entre 17 y 20 años que intentaban robarle su vehículo, un VolksWagen Fox gris. Luego de un rápido forcejeo, la mujer resultó herida, primero en el pecho, y a continuación recibió dos balazos más que provocaron su precipitada caída al suelo.
Los asaltantes lograron huir, pero a no menos de diez cuadras abandonaron el automóvil frente a una fábrica. Gracias a esta maniobra poco fortuita, dos de los atacantes fueron capturados por la policía, ya que la cámara de seguridad de la fábrica mencionada logró tomar imágenes de éstos.
La mujer fue trasladada de urgencia al Hospital Dr. Arturo Oñativia donde falleció minutos más tarde producto del desangramiento causado por la bala que se incrustó en su pecho. La causa fue caratulada como “Homicidio” y está siendo investigada por la Unidad Funcional de Instrucción Nº 7 de los Tribunales de Lomas de Zamora.
La inseguridad una vez más es la protagonista estelar y la impunidad parece ser su compañera predilecta. La misma inseguridad que continúa preocupando a un país entero, a la espera de una solución. La inseguridad que preocupa pero de la que nadie, lamentablemente, se ocupa.

¿Una forma de expresión o una violación?

Sonó el despertador como todos los días a las seis de la mañana, Julieta se levantó para comenzar su día sin saber lo que minutos más tarde le esperaría. Salió de su casa y una sensación de sorpresa mezclada con una posterior angustia se apoderó de ella.

Su pared, blanca inmaculada, había sido decorada durante la noche, por unas pinturas con unas letras muy extrañas de colores estridentes. Julieta se sintió desconcertada, no supo qué hacer.
Como ella son varios los ciudadanos que son víctimas de estas pintadas, popularmente conocidas como “graffiti” - arte urbano basado en pintar propiedades públicas y privadas. A finales de los años sesenta comienza a surgir en Estados Unidos, en un comienzo en Filadelfia y luego se extiende a los transportes públicos, conocidos como metros, de Nueva York. El objetivo fundamental es hacer público un mensaje, una idea, un pensamiento que el artista debe colocar en un lugar particular para llamar la atención del público urbano.
Sin embargo hay una pregunta a la que encontrarle respuesta, ¿dónde debe realizarse el reclamo o quién responde a las necesidades de los ciudadanos como Julieta? En la Municipalidad Almirante Brown, la secretaria indica que para realizar un reclamo por un graffiti es pertinente dirigirse hacia el sector de “Inspección General”.
En esta oficina manifiestan que lo único que se puede hacer es “elevar una queja.”. La responsable del área municipal sostuvo que “es maltrato a la propiedad privada. Nosotros ya no tenemos ingerencia. Ahí ya es la policía.”
Entonces, ahora el problema iba más allá de la Municipalidad. La abogada y profesora universitaria, Miriam Leipold, destacó el carácter no delictivo de las pintadas. “Es contravención, es como un delito; es cuasidelito.”. A pesar de no existir una ley que sancione este “cuasidelito”, existe un artículo, el 58, en el Código Contravencional.
El artículo indica que la multa para quien realizará una pintada sería exclusivamente monetaria. Con la siguiente norma se intenta proteger los bienes inmuebles de posibles daños y así velar por los intereses de los propietarios.
La existencia de un artículo en un código, como es el Código de Faltas de la Provincia de Buenos Aires, hace presuponer que al existir un punitorio se desalienta a los jóvenes, buscando que éstos dejen de lado estas formas de expresión, de expresión y liberación para unos; y de violación y trasgresión para otros. Pero a pesar de la existencia de una reglamentación, encontrar al culpable es un trabajo dificultoso y, podría decirse, hasta imposible debido a que depende de encontrar al responsable realizando el acto en ese momento.
Entonces la existencia de un artículo que sancione las pintadas de graffiti queda absolutamente opacado ante la posibilidad de dar con el o los responsables y hacer cumplir lo que la ley, en este caso el Código de Faltas de la Provincia de Buenos Aires, manda.